Vamos a completar el cuadro.

Hoy ha sido un día terrible, no sé fingir y si estoy mal, estoy mal. Y si el simple hecho de escucharla me corroe por dentro, me pongo el mp3 a todo volumen, y si al verla de pie se me van los ojos, cambio el ángulo del monitor hasta que consigo taparla.

No puedo ser más patético, eso sí, hoy he currado como un jabato. Y por la tarde no me he movido de mi sitio, y he aguantado allí como un campeón. Mientras chateaba por el Messenger con su compañera de piso y la decía que necesitaba resetearme, que sobretodo necesitaba reorganizar mi escala de prioridades. Porque señores, he dado mucho, he dado demasiado. Las he ayudado a hacer una mudanza, la he hecho reir probablemente más de lo que se había reido en años, la he escuchado cuando tenía algún problema para hacer algo y juntos hemos buscado alguna solución, he despreciado mi tiempo totalmente. Y si ella no sabe valorarlo, me la suda. Cada vez me da más asco. Y encajo piezas, y me siento estupidamente utilizado por una mujer que despreciaría cualquier tipo con algo de sentido común. No, ya no me engañas con tu dulce vocecilla y tus gorjeos. Pero cómo se puede ser tan perra!!!!

Empiezo a verla como un ser egoista, que sólo se mueve por lo que pueda conseguir de los demás. Empiezo a pensar que está con el novio porque la lleva a casa en coche, y ella chupa pollas por viajes de 30 minutos. A veces incluso creo que el novio la ha prometido ponerla un piso, y ella está dispuesta a que la rompan el ano las veces que haga falta por conseguir un piso. Joooooodeeeeeeeeeeerrr. Pero si es que me deberías dar asco, y pena... Y más asco todavía.

Pero cómo me he metido yo en esto?