Vale, la política de acercamiento está siendo un éxito, aguanto como un titán. El agujero del pecho se hace más pequeño, y conservo las formas de cara al público del espectáculo.
Ayer no hubo blog porque estaba borracho como una cuba. Y aguanté, y hablé con ella y aguanté, excepto en un momento dado, que no sé aún por qué me surgió una sensación que no sabría como catalogar. Cosa más rara de sensación, no era enamoramiento, no era nada que pueda expresar con palabras... Y no sé que cojones significaba.
Aguanté, señores y caballeros (je,je por aquí no creo que pasen damas), sin ninguna mirada boba, con tranquilidad, siendo yo mismo. Es decir, mesmerizando a los que no me conocían demasiado y dando espectáculo, que es para lo que yo valgo. Y bebí, y me sentó fatal. Hasta que el ciego me obligó a dejar al novio de la compañera, a ella y a un tipo que está ennoviado pero que no perdería una oportunidad, en el bar. Y me fuí tambaleando hasta el metro.
Y aguanté, mis fieles lectores, aguanté un transbordo y aguanté un transbordo más, y cuando ya estaba en el anden, a 4 míseras paradas de mi casa... Me hundí y me quedé dormido en un banco del metro. Calculo que me eché una siesta de más de 40 minutos. Lo justo para que al despertarme me dijese el personal de limpieza que ya había pasado el último metro. A lo que contesté:
-"Qué cabrones!! Podríais haberme despertado, que yo soy un buen tipo."
-"Pero si te hemos llamado 2 veces, incluso a silbidos y no has hecho ni caso."
Así que cogí un taxi y llegué al hogar.
Yo cuando estoy de resaca es que tengo muy mala leche, así que hoy en el curro he sido muy arisco, encima me he enterado que una chica del curro que me caía bastante bien no va a ser renovada. Así que más encabronado todavía. No me puedo creer que por fin estar encabronado me haya servido para algo. Pero es que le he soltado a uno de mis jefes directos, que lo de estar esperando mano sobre mano a que yo haga las cosas, que no, que eso no es así. Y que si quieren que las cosas salgan rápido que me ayuden. Y que si no quieren fallos, pues que lo haré todo de una manera más lenta y meticulosa, pero que no esperen que pueda llevar todo el volumen. Y de repente, después de comer, cuando ya estaba pensando que me iban a echar por borde e insurrecto... Todo lo contrario, que habían pedido a una chica que me ayude. Que me van a poner línea exterior en el teléfono para que no tenga que volver a ponerme cerca de ella, y encima al final de la jornada, el jefe con el que he sido borde me pregunta si le puedo ayudar a pensar unas cosas...
Y por la tarde con ella? Pues la Política de acercamiento es muy tajante en este aspecto, así que nada, aún así, cuando ha sonado su puto móvil y ha puesto la vocecilla infantil que pone para hablar con el novio, el agujero del pecho se me ha hecho algo más grande.
Nada que no pueda aguantar... Hasta que me vuelva a quedar dormido en un puto banco del metro.
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