miércoles, 21 de marzo de 2007

El chico de moda está triste que coño le pasa al chico de moda.

Nada, no hay manera. Hoy me he levantado bien, y he estado toda la mañana bien, coño que hasta me he mirado al espejo y me he notado guapo. Triste pero bien. Cínico pero bien. Siguiendo el plan, nada de Messenger hasta las 16:00 para no ser pesado.

Así que le comento a mi jefe lo de que en Semana Santa se olvide de mi. Me dice que no hay problema, pero que le tengo que explicar un poco el trabajo que hago.

-"¿Me ves capacitado?"
-"Por supuesto, mi trabajo lo podría hacer un mono."

A mi jefe que es muy cachondo, estas salidas de tono no le disgustan demasiado. Le flipan porque no está acostumbrado. Pero no se las toma a mal.

Así que unas horas después me suelta.

-"He estado pensando que lo del mono es buena idea."
-"Anda que no luciría un mono en la oficina!!!"

Otra salida de tono, joder... Es que estoy triste y como que no controlo muy bien lo que digo. Pero no os preocupeis por mi puesto de trabajo. Soy el chico de moda de la oficina, y por la mañana me han puesto a dibujar carteles para un cursillo y me he librado de mis obligaciones de mono.

Por supuesto ha habido un tercer round, por la tarde estaba escuchando yo mis músicas raras, y una frase que me gusta mucho de una canción se me ha escapado en alto "Crecido en la escuela del no podrás"...

-"Deberías escuchar otro tipo de música, Mozart, Chopin..."
-"Claro, podríamos tener un mono melómano."

No sé que le ha sorprendido más, mi desprecio por el trabajo, o que sepa lo que significa melómano. Definitivamente tengo que tomármelo con más calma.

Bueno, y con ella... Pues política de distanciamiento, por supuesto. Rota por un mal cálculo de tiempos en un cigarro, la última vez que salgo a fumar con nadie, a partir de ahora me nicotinizo yo solito. Quizá un momento de acercamiento de ella, una broma de esas que me solía hacer... Y una contestación mía bien ácida.

"Anda vete a tu rincón"

Esto dicho señalando a su silla cobra algo más de fuerza.

Es que no, que por culpa de estas cosas casi tengo una recaida, y no. Y ella se ha ido a follar al coche del novio. Y yo he quedado con los colegas a tomar café y ha sido divertido, coño, me he reido un montón. Porque yo cuando estoy triste soy muy cínico y ellos se lo pasan en grande cuando estoy así.

Y mañana... Bueno, mañana a ver como organizo lo de la comida. Porque ya van 2 días que en las comidas desaparezco. Y otra de las cosas que tiene la política de distanciamiento, es que la gente con la que se mueve ella piensan que les estoy rechazando, y encima me ven con esa cara tan triste... Y claro, se sienten como mal. Sin embargo la compañera de piso, la novia del tipo con el que me voy en Semana Santa, pues que me ha cogido cierto cariño... Claro, esto de los corazones rotos es taaaaaaaaaaannnn romántico para ellas, y vivimos en una sociedad tan hija de puta que cosas como esta sólo se ven en la tele. Pero con ella juro que no hablo del tema, ni ella me habla a mi, y todos tranquilos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Jo tio, otra vez yo!!! joder es que me vuelto un adicto!!! me hace recordar viejos tiempos... tiempos de peceras, de formulas, de chicos sentados en la mesa de entrada al hall... todo aquello que empezaba a quedar tan lejos vuelve...

Hoy te da por Spinoza (del que reconozco que no sabia ni quien era hasta ayer)pero no hace tanto era Unamuno u Hobbes...Recuerdo que hace tiempo quisiste introducirme en tu mundo me diste un libro "el guardian sobre el centeno" se llamaba no pase de la decima hoja... viejos tiempos que vuelven... y cono!!!! me alegro!!!
Gandhi el indio

Anónimo dijo...

Me alegro que te guste. Hoy te lo vas a pasar en grande.

Unknown dijo...

Prefiero tu blog al guardian sobre el centeno, si usas ese libro para introducir a la gente a tu vida, tio, estás jodido de mas.

Creo que tu plan es brillante, me gusta. La política de distanciamiento a mi personalmente nunca me ha servido de mucho. Hace 6 meses que me llevé una hostia que no esperaba, y me sigue doliendo casi como el primer día. 6 Meses de no ver a mi mejor amigo, de no saber nada suyo, y de tener claro que estoy fuera de su círculo. Y sigue jodiendo como el primer día.

La verdad, ¿quien coño nos manda ser tan complicados?, ¿porqué nos llenamos de estos lastres que sólo sirven para que nos sintamos mal?. Parafraseando a Terry Pratchet, en su trilogía de los gnomos... Me gustaría que las personas fuesen como las máquinas, cuando no funcionan 4 martillazos y arregladas, pero no, si le das 4 martillazos a una persona, ¡hasta se enfada!

Un abrazo, y a seguir escribiendo, que te podrías ganar la vida así.