El problema de los esclavos

El problema de los esclavos no es que quieran ser libres, es que quieren ser amos. Algo así leí hace muchos años en una columna de opinión, y el que escribía la columna atribuía la frase a un tebeo de Conan. La frase no ha dejado de acompañarme durante toda mi vida, y una y otra vez me he encontrado a personas que la cumplían al 100%.

Que España está bailando con el diablo a la pálida luz de la luna (esta es de la primera película de Batman) lo sabe todo el mundo. Que a base de ya no poder confiar en el PSOE nos vamos a arrojar en los brazos de algo mucho peor, también lo sabemos. Y ahí estamos, jugando a que nuestra economía está saneada y vendiendo deuda con unos intereses imposibles. Aguantando a Pepín Blanco que ha privatizado AENA justo en un año donde se espera una gran afluencia de turismo. Con gran parte de la costa llena de casas sin vender. Esperando a no sé qué que no vendrá. Porque todas las privatizaciones y todos los recortes sociales, y todos los nuevos impuestos, y toda esa mierda, está ahí para quedarse, y para quedarse para siempre, es la nueva sociedad que nos están construyendo. Una sociedad donde no se podrá protestar por nada, porque nos tendrán amarrados por los cojones. Una sociedad que recuerda a otro tebeo que leí hace muchísimo tiempo, Stratos de Miguelanxo Prado, donde la gente tenía asociada a su identidad una cuenta bancaria de la que ni siquiera tenían derecho a conocer el saldo, por lo que a lo tonto, a lo tonto, podían caer en bancarrota y recibir un embargo. Una sociedad que no está copiada de "Un mundo féliz" o de "1984", si no que parece directamente fusilada de los tebeos del Juez Dreed.

Protestar ya no sirve de nada, sólo hay que ver a Grecia. Mi opinión está clara, se tenía que haber protestado cuando lo hizo Francia, pero claro, los sindicatos mayoritarios no hicieron nada. Hace un año cuando la gente de Metro de Madrid protestó, los mismos que ahora son 15-M´s indignados les llamaron de todo, que si vagos, que si señoritos, que si eso no podía ser... Lo mismo pasó unos meses antes del 15-M con los controladores aéreos ¿Y ahora qué? ¿Ahora hay que salir a la calle a protestar? Y no antes, ahora. Esa es la pregunta ¿Ahora qué? Ahora ya están todos los acuerdos hechos, todas las modificaciones hechas, todo vendido. Ahora hay que hacer movilizaciones pacíficas, porque si no son pacíficas los argumentos no son válidos... Qué digo movilizaciones pacíficas! Hay que hacer fiestas callejeras con música y gente bailando como si fuesen los carnavales de Río.

Tarde, tarde y mal, como siempre en España, porque en la cabecita de todo indignado no se encuentra la idea de dejar de ser esclavo, él lo que quiere es ser amo. Porque en la sociedad que hemos montado el que roba y se sale con la suya es un triunfador. Y Mario Conde sale en la tele dando lecciones de economía, y la Pantoja es aplaudida en los conciertos, y José Bono da consejos sobre como indignarse, y Pepín Blanco sigue con esa sonrisa soberbia y asquerosa.

Esta sonrisa, ESTA!

¿Por qué no se adelantan las elecciones? Porque los partidos nacionalistas no quieren ¿Por qué no quieren? Porque por cada mierda que saca el PSOE adelante un partido nacionalista recibe una galletita. Haré unos cuantos vaticinios. El PP ganará las próximas elecciones, no sé si por mayoría absoluta, tengo claro que en época de crisis los catalanes son mucho más catalanes y los vascos más vascos. Pero no lo sé. En cuanto el PP toque la Moncloa los sindicatos empezarán a hacer lo suyo, porque ya no estará el PSOE en la poltrona. Así que movilizaciones por aquí, indignados por allá ¿Qué queda por privatizar? La sanidad, el agua, loterías y apuestas del estado. Lo veremos, ya lo creo, lo del copago suena fuerte, cada vez más, Espe ya está viendo salidas para el Canal de Isabel Segunda, las loterías y apuestas están casi al caer... Alguna cosa más habrá, por supuesto la educación pública tiene que ir bajando, pero estoy seguro que alguna cosa más hay. Y que se proteste, que se proteste mucho, que igual nos cae un rescate europeo que nos deje tibios.

Señores aquí se ha vendido a la sociedad, y no hay protesta pacífico-lúdica que vaya a parar esto. Esto no es El Sueño de un millón de gatos (esta vez Sandman de Neil Gaiman), aún tendremos que alegrarnos por no estar como Grecia, o igual ya estamos como Grecia pero no lo sabemos.

Spaim is next, Spain is next, Spain is next...