En Septiembre vuelven todos esos falsos urbanitas de sus vacaciones, vuelven a poblar la ciudad con sus ruidos y sus tristes caras. Además vuelven muy enfadados, no quieren estar en la ciudad, y la ciudad les odia a ellos también, vuelven gritando y enojados... La ciudad se llena por su culpa, se llena de ruidos y de coches que también hacen ruido, ciudadanos peleándose unos con otros porque no soportan tener que volver a la rutina, porque no soportan tener que estar en una ciudad atestada y escandalosa donde todo el mundo es violento.
Y los que nos quedamos en la ciudad en verano sabemos que son ellos mismos los que hacen horrible la ciudad, son ellos mismos los que hacen el ruido, los que la ocupan y los que traen esa atmósfera de tensión... La ciudad en verano es otra cosa, es un sitio tranquilo donde puedes salir a la calle sin preocupaciones, y al final siempre llega septiembre y trae de vuelta a toda esa gente que odia una ciudad que ellos mismos crean, gente que a fin de cuentas se odia a si misma.
Tenemos secretos que no te voy a contar, y lo sabemos.
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