Inception a.k.a Origen (2010)

Tarde o temprano tenía que ver esta película, un tipo como yo que frecuentemente (ultimamente menos) tiene sueños lúcidos y esas cosas, no podía permanecer alejado por mucho tiempo de Origen.

En este blog ya se ha comentado Waking Life, Mindgame, El almuerzo desnudo... Quiero decir que el tema películas oníricas ya está analizado ¿Es Origen una película onírica? ¿Intenta reflejar minimamente el mundo de los sueños? La respuesta es un claro y contundente NO ¿Y por qué NO? El mundo onírico es frágil y repleto de simbolismos, con frágil quiero decir que en los sueños todo está en constante cambio, eso es algo que no está representado en Origen pero sí queda bien expuesto en Waking Life. El mundo de los sueños no está sujeto a leyes físicas ni normas, eso es algo que no está representado en Origen pero sí queda bien expuesto en Mindgame. El mundo de los sueños no tiene lógica y está muy conectado a las pulsiones básicas de la personalidad, eso es algo que no está representado en Origen pero sí queda bien expuesto en El almuerzo desnudo.

¿Entonces qué demonios es Origen? Origen no deja de ser una película de robos como pueda ser Ocean´s Eleven, Atraco Perfecto, Italian Job, la primera parte de Reservoir Dogs o ya en cañí Atraco a las 3, con Gracita Morales haciendo de Femme Fatale. El esquema básico es; se elige un objetivo, se conforma un grupo, se practica el plan y se lleva a cabo el plan. Eso es Origen, simple y llanamente una película de robos. Pero como hay 3000000 películas sobre robos y mucho mejores que esta, se le intenta dar una vuelta de tuerca metiendo la cosa de los sueños, y ahí empiezan las trampas. Porque para que la película funcione bien se tienen que añadir un buen número de normas a los sueños, y eso es algo que va contra la misma base de los sueños, que quede claro, los sueños NO TIENEN NORMAS. Si a alguien le pegan un tiro en la cabeza en un sueño no tiene por qué despertar, puede seguir soñando que el tiro se le ha quedado alojado en el cerebro pero que no nota ningún cambio, puede soñar que la bala rebota, puede soñar que se muere y ahora es un fantasma, puede soñar que va al cielo... Puede seguir soñando cualquier cosa, no tiene por qué despertarse.

Es la necesidad de acotar los sueños (ponerle verjas al campo que decimos), lo que hace chirriar la película hasta límites extremos, eso y las continuas escenas de acción que no dejan que la historia se desarrolle de forma natural. Así, nuestros protagonistas acaban a tiros con ejércitos enteros casi sin pestañear, y como se está en la dicotomía sueño libre-sueño con reglas, pues la cosa falla por todos lados. Nuestra joven arquitecta demuestra una enorme pericia con los esquís que puede ser achacada a la condición de sueño, pero por las mismas podría volar e incluso teletransportarse, porque está en un sueño. Si en vez de sueños se hubiesen elegido videojuegos como en Tron o eXistenZ, la cosa sería bastante más aceptable... Pero no, tuvieron que elegir sueños.

¿Entonces que nos queda? Pues una película de robos, con mucha acción en la que se intenta establecer un Universo propio con sus propias reglas. Es destacable que en Origen incluso cuando se supone que están en el mundo "real", ese mundo "real" es mundo de cine, con persecuciones y tiros, con localizaciones espectaculares y con ese callejón que atrapa al bueno de Leo por no querer ir de lado y empeñarse en pasar de frente, es decir el mundo "real" es también onírico dentro de las normas de la película. Lo que posibilita que la gente pueda hacerse un montón de pajas con el final de la historia. Pero de hacerse pajas a que la película tenga algún tipo de profundidad hay un paso, un paso enorme, y esta película no deja de ser una cascara de nuez vacía, muy bien hecha, pero vacía.