viernes, 8 de junio de 2007

Existe la amistad hombre-mujer?

Sí, existe. Son casos especiales, pero existe.

Cuando 2 personas se ven lo suficientemente reflejadas la una en la otra como para que no pueda aparecer deseo, ocurre. Aparecen lazos distintos, cierta sincronía.

A mi me pasa con la compañera de piso de ella, con la novia del tipo con el que me fui a Suecia. Una persona que en ocasiones me resulta fascinante, con sus 23 años se me aparece como un reflejo. Claro que yo a los 23 era un zoquete, y no había vivido ni la mitad de las cosas que ha vivido ella, principalmente porque yo con mis excesos siempre he sido bastante comedido. Y aunque se me vaya la cabeza y acepte riesgos estúpidos, nunca lo hago con la intención de destrozarme, sino simplemente por la pasión del momento y la diversión de lo absurdo. Y aunque a veces parezca que estoy totalmente loco o que soy un despreocupado temerario, nunca tiro de la cuerda lo suficiente como para que se rompa (ver mi experiencia sueco-danesa). Ahí queda la diferencia, conservo la inocencia porque afronto los momentos sin miedo, porque no los busco, porque confío ciegamente en la gente que me rodea y que me han demostrado que les puedo dar esa confianza.

¿Y qué pasa cuando uno no sabe cuando parar? ¿Cuándo se deja llevar por la situación y juega al divertido juego de la culpabilidad como adicción? Y luego ¿Qué viene? ¿El autodesprecio? ¿Y si se es un poco hipersensible? ¿La depresión?

Nos dejamos llevar por los anuncios y las películas, creemos que lo que nos hacemos no nos deja ninguna cicatriz, que el hedonismo nos protege de todo mal, que la juventud es el momento de experimentar y de realizar excesos. Luego hablamos como si ya lo hubiésemos vivido todo, como si lo hubiésemos probado todo. Por alguna razón la actitud que acabo de describir suele conducir al autodesprecio en vez de a la realización como persona, supongo que hay gente malsana por ahí agazapada, esperando a que todas esas personas ávidas de experiencias caigan en su juego. Lo supongo porque yo nunca lo he vivido.

Y luego las relaciones de poder masculino-femeninas me resultan tan extrañas, y frases como "Quién no se ha enrollado con un tipo sólo porque le ha invitado a una copa?" o "Quién no se ha comido una polla sólo porque le han llevado en coche a casa?", resuenan en mi cabeza, chocan con cada una de mis neuronas y lo empañan todo de asco hacia el mundo que me rodea... Siempre he estado tan apartado de todo eso.

Bah!! Ya se me han pasado las ganas de escribir sobre las cosas que tenemos en común y de todas esas otras cosas que hacen que la aprecie tanto.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tabernero y demás contertulios: hoy estoy de buen humor. Ayer vi dos peliculas de Richard Linklater: Antes del amanecer y antes del atardecer.

Si no las has visto te recomiendo que las veas.

La primera trata de un chico y una chica que se conocen en un tren y pasan un dia en Viena. Ethan Howke y Julie Delphy.

La segunda del reencuetro de la pareja 10 años despues en Paris.

Todo son dialogos como los que tenemos siempre en este bar y cuando nos vemos en otros lugares.

La primera es una dolorosa puñalada a nuestro pasado, ajeno a estos momentos, aunque todos tengamos algo parecido a lo que tuvieron los protas.

La segunda es un chapuzón en la realidad en lo que es realmente la vida, una putada como se suele decir. Las cosas no salen bien, las esperanzas se marchitan. Real como la vida misma.

Un abrazo,

Captain Cuellar

Anónimo dijo...

La de antes del atardecer es una puta mierdaaaaaaaa....tu por lo menos la vistes en tu casa..yo pagué en el cine por comerme unos dialogos profundos entre dos personas...para eso me grabo yo y mi novia hablando que seguro que la peña se lo pasaria mejor...

pd. Alguien sigue esperando una llamada para pegarse una marcha en madrid...