domingo, 17 de agosto de 2008

Acabo de llegar de Asturias...

Han sido unos días bastante plácidos, quizás con un poco lo de siempre, la dinámicas de grupo, el esto me gusta a mi, esto no me gusta a mi, el convertir el placer en obligación... Lo de siempre, pero todo tranquilo, sin irse de las manos.

Me echo la siesta y tengo un sueño, al despertarme y pensar en él me vienen a la cabeza dos ideas:

1) La gente es quién es, y si cambia para ser otra persona, esa otra persona sigue siendo él... No tiene mucho sentido, pero en mi cabeza creo que tiene cierta lógica
2) Sigo sin estar preparado para conseguir lo que quiero, y si intento forzar las cosas es probable que salgan mal, y si no lo intento es probable que pierda la oportunidad.

Por fin he podido realizar uno de mis sueños ¿Habeis visto uno de esos anuncios donde un tipo se despierta y está en una cama en medio de una montaña? Pues he hecho algo parecido, pero a mi me despertó un jodido bocinazo... Lo malo es no haber podido disfrutar más de la situación, lo bueno es que ya sé que es factible y algún día iré y me tiraré 4 horas durmiendo sin que un aksjghkfjsafjkygasiuyewqegqiw gbfkcsahckazsc me despierte porque tiene prisa para volver a encerrarse en el albergue, o quiere visitar 300 pueblos más sin bajar del coche.

Llego al ordenador y ahí está el mundo rodando con furia, hay que hacer esto, hay que hacer lo otro, nunca es suficiente, todo son roles adquiridos... Damn, yo sólo quiero dormir en la montaña con un cielo gris por techo y un colchón de hierba fresca sin insectos como lecho.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo siento, chico.

Cap Cuellar