Que el primer Portal es algo especial lo sabe cualquiera que lo haya jugado. Un pequeño juego que se acaba en unas pocas horas, que en un principio parece basarse en la resolución de puzzles usando una fantástica pistola de portales, y que acaba siendo un completo retrato psicológico de un robot-madre psicótico. Rematándolo todo con una pegadiza canción y frases cómplices que acabarás usando en tu día a día (el pastel es mentira), con un trabajo en el sonido espectacular, con unas torretas robots parlanchinas (Are you still there? No hard feelings) y cubos acompañantes... Nunca en un juego tan corto se ha juntado tal número de aciertos, el jugador del primer Portal se veía sobrepasado por una mecánica de juego novedosa, por bucles vertiginosos entre portales que reventaban su cerebro, por un ambiente que algunos catalogan de humor negro y otros de pesadilla esquizo.
Portal 2 es igual... Pero es distinto... Lo primero, si alguien ha escuchado que el juego se acaba en 4 horas, le han engañado. La cosa es que al ser un juego de resolución de puzzles a la gente le da por decir que se lo acaba muy rápido con la intención de hacerse pasar por alguien inteligente. Portal 2 jugado como se deben jugar los productos de Valve, es decir parándonos a contemplar los detalles y disfrutando de los diálogos, es un juego en el que se pueden invertir más de 10 horas. Si lo vuestro es corretear por los pasillos, tirar de guía cada vez que os atasquéis más de 5 minutos y evitar los diálogos... Pues aún así tardaréis más de 6 horas en terminar el juego.
Portal 2 es más grande que Portal, es más bonito que Portal, tiene más diálogo y personajes que Portal, es mucho más espectacular que Portal y... No es mejor. A ver si me explico, el primer Portal era un subidón de adrenalina, una montaña rusa donde uno no sabía que era lo siguiente que iba a pasar, repetir la jugada era imposible, y aún más si se aumentaba la duración del juego. Portal 2 no es un mal juego, pero sigue siendo una ampliación de la primera parte a la que se le ha quitado el factor sorpresa, el juego ya no resulta tan opresivo ni maquiavélico porque ya lo conocemos, sabemos sus trampas.
Hay varias cosas que no me gustan de este Portal 2, y sé que la crítica se ha volcado con el juego y que yo no voy a saber más que la crítica y que blablablá, es mi opinión y punto (period). Lo que más me molesta de Portal 2, lo que me resulta más irritante... Es que un juego de resolución de puzzles no me permita buscar nuevas soluciones, el primer Portal permitía una mayor libertad, si uno era rápido podía hacer cosas increibles, en esta segunda parte todo está más constreñido, el puzzle se resuelve de una manera y no hay otra forma de hacerlo... Los programadores se han molestado en castrar todas las posibles soluciones paralelas para que el jugador no pueda hacer el loco (lo más parecido que he visto es gente lanzando cubos y conseguir el truco depende de la versión del juego utilizada), la mayor parte de las superficies no permiten la creación de portales... Adios a la diversión, un fallo enorme por parte de los programadores que han querido evitar que aquellos que jugaron a la primera parte pudieran reventar los puzzles a costa de mermar las posibilidades del juego. Y es que es eso, resulta irritante que puzzles basados en físicas sean tan rígidos, no hay sitio para la experimentación. Y eso nos lleva a la manera de hacer juegos de Valve, Valve hace juegos que están ceñidos a un guión y que limitan terriblemente al jugador, envuelve sus escenarios con cierta sensación de libertad en la que el jugador sólo tiene que intentar explorar un poco para darse cuenta que está atrapado, y que está siendo guiado como una rata de laboratorio sin ningún tipo de opción.
Recuerdo cuando jugué a Half Life 2 que intenté apilar unos cuantos objetos para salirme de un camino y me encontré un irritante muro invisible... En Portal esa sensación aún es más frustrante, en ocasiones nos encontraremos en enormes escenarios, y comprobaremos que sólo podemos crear portales en unas pocas superficies, las justas para resolver el puzzle. Uno no sabe si decir que es que los escenarios están tan bien creados que se ha pensado en todo, o que el juego no premia la creatividad y la curiosidad del jugador obligándole literalmente a avanzar en la historia. Los juegos de Valve son así, no hay exploración posible, no hay rejugabilidad, todo es una huida hacia delante, si uno no se sale del camino encontrará fantásticos escenarios, detallados argumentos, ritmos vertiginosos... Pero si uno piensa que igual esa puerta sirve para algo, que igual encuentra algo lléndose por ese pasadizo, que quizás haya una forma más ingeniosa de superar esa cámara, ahí es donde se lleva la decepción. Y como he dicho en Portal 2 la decepción es aún mayor porque tenemos una pistola de portales, y tenemos todos esos geles, y sabemos que en teoría deberíamos poder hacer cualquier cosa que queramos con ellos.
Portal 2 es un juego limitado conscientemente por sus desarrolladores que pone todo su esfuerzo en que el jugador no experimentado se sienta brillante al resolver los puzzles, aunque la gente con más bagaje notará la trampa y se sentirá apresado. Por lo demás todo genial, unos personajes y una historia muy bien definida, un final resultón con cancioncilla pegadiza, unos gráficos que aunque no sean lo más de lo más sí están muy bien enfocados a conseguir buenos ambientes, además el juego corre bien en máquinas antiguas. Pero me sigo quedando con le primer Portal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario