Y...

Estoy ahí a las 3 de la mañana en el fondo de un buho A:K.A autobús nocturno madrileño que tarda mil horas en pasar y que te deja en un punto a 15 minutos andando de tu casa, centrado, justo en el punto donde puedes ver a todo el mundo, escuchando la B.S.O de Barry Lyndon (y me acuerdo de usted, no se crea, me acuerdo lo suficiente como para odiarme, y quiero creer que no entiende mi distanciamiento como rechazo hacia usted, sino como odio a mi mismo), y por un momento me creo especial, porque dudo mucho que ningún cabrón esté escuchando la B.S.O de Barry lyndon borracho en el fondo de un autobús, y que esté disfrutando tanto de ese tema y sus distintas versiones CHUN-CHUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUN-CHUUUUUU-CHUN-CHUUUUUUUUUUUUUUUUUUUN

Y me acuerdo de los duelos, del primero falso y del segundo estúpido. Y la misma persona hoy me pregunta si soy un genio, y tiempo después me dice si no debería actuar de forma más humilde porque no soy jefe de nada. Y me da igual, porque aunque me importe me da igual.

Intento meterle en la cabeza que no se odie a si mismo, que la gente tiene una percepción distinta y mucho menos grave sobre las cosas de lo que él se cree. Y quizás primero tendría que convencerme a mi mismo de eso.

Pero yo soy un idiota con suerte, medianamente inteligente, medianamente culto, medianamente guapo, medianamente perturbado, medianamente creativo, y cómo le puedo explicar nada a nadie con todos esos estúpidos medianos dones.Cuando la suma de mis medianos desconcierta a cualquiera y me hacen estúpidamente especial, mientras escucho CHUN-CHUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUN-CHUUUUUU-CHUN-CHUUUUUUUUUUUUUUUUUUUN.