domingo, 15 de julio de 2007

El largo adiós

Ya llevo 2 semanas despidiéndome de la gente de la empresa, y aún me quedan otras 2 para irme. Básicamente, lo que intento es dejar toda la parte sensible ahora, para que cuando llegue el momento no me rompa. Un truco estúpido que a veces me funciona, superar el trauma antes de que llegue.

Hay gente que se ha ido de vacaciones, y que cuando vuelvan verán que ya no estaré. Para ellos seré un fantasma que desapareció sin más. Así que me enfrento al paro otra vez. Pero ahora tengo el deseo de cumplir mis sueños. De empezar a trabajar en algo que me motive y que no me haga sentir como un mono. También está lo otro, mi propia empresa. El día 27 en Figueres. Por fin veo que algo avanza en mi vida hacia alguna dirección, y no me puedo creer que yo haya sido parte de aquello desde el minuto cero.

Pero mientras se cumplen los sueños o no, estoy entre tinieblas, asustado de que nada vaya a salir bien. Por aquello de las veces que me he ilusionado con algo y al final se ha ido todo a pique.

Y con ella... Qué gracioso es ver como la gente busca la repetición de patrones! Patrones que yo no puedo repetir, porque ya no soy el mismo que hace 5 meses, porque mi situación es distinta. Hace 5 meses, nos quedamos solos en un bar, y yo la dije que me gustaba, justo el día antes de ir al espectáculo de magia de un compañero de trabajo, el viernes pasado el compañero de curro volvió a hacer su espectáculo de magia, y el jueves pasado, ella y yo nos volvimos a quedar solos. Pero ya no soy el mismo. Y aunque ella lo esperase, ya no podía ser de esa manera.

Hace 5 meses yo creía en mismo y en mis posibilidades, no me enfrentaba a la cola del paro, pensaba que tenía el potencial para que todo me saliera bien. Ahora sólo tengo un carro de sueños esperándome, y un montón de frustración acumulada, no tengo nada tangible que ofrecer. No puedo ofrecer a nadie el torbellino que va a ser mi vida en los próximos meses.

Así que nos quedamos solos y ella me contó tooooooooooooda su vida al detalle, y me conmoví con ella como buen empático que soy, y nos reímos de todas las cosas de las que pudimos reírnos. Pero no quise llegar a besarla, y hubo sus momentos, de esos bonitos que aparecen sin más. Pero no podía hacerlo, porque ahora mismo no tengo nada que ofrecer salvo sueños.

El viernes fuimos al espectáculo de magia, ella, una amiga suya y yo. Y yo me mostré todo lo encantador que puedo llegar a ser cuando me sale, que es muy encantador. Fui encantador con todos, incluido con el taxista de la vuelta, realmente parecía una persona totalmente equilibrada. Una persona sin ningún miedo. El de mi curro también tiene un sueño, le gustaría llegar algún día a su jefe y decirle "¿Ves? Soy un artista!! Ya no necesito esta mierda de curro". Cuando lo dijo le brillaban los ojos como estrellas.

Hay mucha gente con sueños ahí fuera.

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