Una verdad enorme que explica buena parte del mundo en que vivimos
Hay más autoconvencimiento que cinismo. Muy pocas personas son auténticamente perversas, en el sentido de que obran incorrectamente siendo conscientes de ello. La mayoría de la gente necesita sentirse bien y creer que lo que hacen es justo y, si no loable, sí aceptable. Cuando tu supervivencia económica depende de la mentira y tu supervivencia emocional no admite la mentira, la única opción es creerte tus propias trolas.
Ni Urdangarín ni Camps ni José Manuel Galindo ni Bush creen que lo que han hecho esté mal. En su cabeza sólo entran aquellas ideas que refuercen su propio autoconvencimiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario